Querés saber cómo me siento
mas no tengo muy claro qué pasa.
Me siento cansada, asustada y sola,
siento como pasan los años,
los meses, días y minutos;
incluso segundos.
Cuanto más pienso más duele
y cuando más siento mas arde.
Es como si estuviese
prendiéndome fuego por dentro,
pero nadie lo ve
y yo lo protejo.
Supongo que la razón es
en base sencilla
y es que tengo miedo
de lo que pueda pasar
si apago ese fuego.
¿Lo apago?
Ya no sé quién consume a quién,
no creí que fuera posible
que me dolieran
las partes del cuerpo que me duelen
por amar.
Las manos me sudan
y los ojos siempre los tengo mojados
cuando no
es porque la Sertralina me seca.
¿Cómo querés que no me prenda fuego?
Tengo calor y mi cuerpo arde.
Soy un bosque en llamas
pidiendo auxilio a gritos,
en todos los idiomas,
con todos los métodos
y allá afuera
un simple vaso con agua me mira,
no puedo evitar reírme
porque me siento incómoda
porque ¿de qué me sirve?
¿Me sirve?
El vaso está servido, sí;
pronto en la mesa,
pero mis brazos se tensan
y mi cuerpo se inmoviliza.
Ya ni el trazo de mis letras
es el mismo.
Estoy débil y sin embargo
ardo xon tanta fuerza:
Como mil soles por dentro
y por fuera
mil lunas fingiendo brillar por sí sola .
Ahora estoy lúcida,
la lucidez es tan hermosa
como preocupante
No sabía que tenía que estar pronta
sin embargo
vuelvo a despertar;
de domingo a domingo,
a veces de día
y muchas otras de noche,
entonces no veo.
Cuando prendí esa vela
fue únicamente para sentir
algo
la cera caliente en mi cuerpo.
No quiero interiorizar más este calor;
aún así, temo dártelo todo
Temo quemar todo.
"Curioso que vivir pueda volverse una pura aceptación", pensó mirando al perro que jadeaba en el suelo, "incluso esta aceptación de no aceptar nada, de irme casi antes de llegar, de matar todo lo que todavía no es capaz de matarme".
jueves, 24 de enero de 2019
viernes, 11 de enero de 2019
Sangre de vampiros
Mis ojos están cansados
húmedos y cansados;
mi cuerpo tiembla,
veo sangre en mi rodilla
mas no pertenece a ésta,
la sangre es mía, la reconozco,
no la sangre, la situación.
Es una guerra fría dice una amiga
nos están matando.
Tiene razón.
Somos hijos del dolor,
que lucharon por educación
si hoy digo que me duele el corazón
me dan medicación
Nos están matando
como individuos
y en masa.
Esta ola de despedidas es atroz
el sentimiento de felicidad es tan veloz
Ya no me acuerdo cuánto duermo
y cuánto no.
Me veo linda, parpadeo, me vuelvo a observar;
me siento diferente
es un alter ego que me detesta
que la sociedad y yo impusimos
firmemente en mi cabeza
solo al verme detenidamente
algunos minutos de más.
La verdad es que tengo miedo,
no solo nos están matando
nos están alejando
los sentimientos disociándose
quién sabe dónde y por qué
si nadie quiere que abras la boca.
Nos están matando incluso cuando pedimos ayuda.
La empatía se disuelve
al igual que las pastillas bajo tu lengua
al igual que las pastillas bajo tu lengua
Los psiquiátricos nos están matando,
te tocan, te odian, te miran
te atan, te encadenan, les encanta.
Dos de las mejores personas que conocí en toda mi vida compartieron tal experiencia.
Vos también, porque no te olvides que a todos nos están matando.
Juegan con el tiempo, juegan con el hambre, la debilidad opone resistencia
Me siento avergonzada
de no poder haber hecho nada
cuando pedías que te ayudaran
y nadie te escuchaba.
Mientras escribía esto
en el cuarto de mamá algo se incendiaba,
yo lloraba, mi amiga me escuchaba
me acompañaba
viste? al final tiene razón,
nos están matando.
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