Mis brazos se congelan por el frío
no hay nadie más aquí
un puro silencio molesto
un ramo de flores
una carta vacía...
Y digo vacía
porque tu alma lo está
y aunque quisiera tenerte,
mi reina,
no volverás, pequeña.
Y quiero quererte
aunque a veces no quiero
ojitos celeste cielo
con los brazos abiertos
te espero.
Tus manos
fuentes de energía
toman cosas
y las convierten en vida
como tu sonrisa.
Pequeño amante
de las cosas difíciles
como las colinas con nieve,
las tardes de frío
y un corazón aturdido.
Salvaje poeta
amigo del viento
quereme como te quiero
en este momento
te siento.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario